En la Ciudad de México el cambio de estaciones no es radical, dado que la mayor parte del año tenemos un clima extraordinario, pero aun así sucede un cambio importante y es el florecimiento de las Jacarandas.
¡Las Jacarandas llegaron a México!, contrario de lo que la mayoría de la gente cree las Jacarandas no son originarias de esta región, son originarias de Brasil y llegaron por casualidad de la mano de dos personajes: El primero fue el presidente Pascual Ortiz Rubio que al observar que en Washington DC se habían plantado miles de cerezos por un regalo de amistad del alcalde de Tokio en 1912, se le ocurrió que quería lo mismo para las calles de la Ciudad de México y se puso en contacto con la embajada japonesa, por esa razón llegamos a nuestro segundo personaje Tatsugoro Matsumoto. En el año de 1897 Matsumoto llega a Chiapas y al poco tiempo se traslada a la capital del país para convertirse en el representante del paisajismo de la gente adinerada de la capital, graduado como ueki-shi (jardineros profesionales), pero más cercano a paisajista arquitectónico, Tatsugoro entra en contacto con la presidencia, la cual expresa su interés en tener cerezos en la ciudad. Teniendo una visión inusual y estar familiarizado con el clima en esta ciudad, recomienda que no sean cerezos los que lleguen, ya que estos necesitan un fuerte cambio entre el invierno y la primavera, pero recomienda una opción B fantástica que viene desde el Sur del continente y que encontrara en México un clima excepcional para venir y quedarse. Por eso cada año a final de marzo, al recorrer esta hermosa ciudad podrás observar como una extraña casualidad, un Japonés enamorado de México y un hermoso árbol, cambiaron la primavera en la capital de México.
